(102) Siguen lo que practicaron los demonios en el reinado de Sulayman. Pero no fue Sulayman quien cayó en incredulidad, sino que fueron los demonios al enseñar a los hombres la magia que le había sido revelada a los dos ángeles Harut y Marut en Babil*.Estos no enseñaban a nadie sin antes advertirle: Somos una prueba, no caigas en la incredulidad.Así aprendieron de ellos cómo separar al hombre de su esposa.* Pero no perjudicaron a nadie sin permiso de Allah. Aprendieron lo que les perjudicaba y no les beneficiaba y ciertamente supieron que quien adquiriera ese conocimiento no tendría parte en la Última Vida. ¡Ojalá hubieran sabido cuán malo era el precio por el que vendieron sus almas!
(103) ¡Ojalá hubieran creído, hubieran temido (a Allah) y hubieran sabido que lo que Allah da es mejor!
(104) ¡Vosotros que creéis! No digáis: "Raina"*, decid mejor: "Espéranos" y prestad atención. Los que se niegan a creer, tendrán un doloroso castigo.
(105) La gente del Libro que ha caído en incredulidad y los asociadores, no desean que os baje ningún bien procedente de vuestro Señor, pero Allah distingue con Su misericordia a quien quiere.Allah es Dueño del Gran Favor.