(14) Y cuando hubo alcanzado la madurez y tomó su forma, le dimos juicio y conocimiento. Así es como recompensamos a los que hacen el bien.
(15) Y en un momento de descuido de sus habitantes entró en la ciudad y encontró en ella dos hombres luchando, uno era de los suyos y el otro un enemigo; entonces el que era de los suyos le pidió ayuda contra el que era de sus enemigos y Musa lo golpeó con el puño acabando con él.Dijo: Esto es un acto del Shaytán, realmente él es un claro enemigo que extravía.
(16) Dijo: Señor mío, he sido injusto conmigo mismo, perdóname.Y lo perdonó, es cierto que Él es el Perdonador, el Compasivo.
(17) Dijo: ¡Señor mío, puesto que me has concedido esta gracia no seré más auxiliador de los malhechores!
(18) Y amaneció en la ciudad medroso y vigilante.Entonces el que el día anterior le había pedido ayuda le pidió socorro a voces.Musa le dijo: Eres un perdido sin ninguna duda.
(19) Y cuando se disponía a agredir al que era enemigo de ambos, éste dijo: ¡Musa! ¿Acaso quieres matarme como hiciste con uno ayer? ¿Es que únicamente deseas ser un tirano en la tierra en vez de mejorar las cosas?
(20) Y vino un hombre corriendo desde la parte más alejada de la ciudad, y dijo: ¡Musa! Los magnates están conspirando contra ti, véte pues, yo soy para ti un consejero.
(21) Y salió de ella medroso y alerta, dijo: ¡Señor mío! Sálvame de la gente injusta.