(88) Dijeron los ricos y principales, aquéllos de su gente que se habían llenado de soberbia: ¡Shuayb! Te vamos a expulsar de esta ciudad a ti y a los que están contigo, a menos que volváis a nuestras creencias.Dijo: ¿Aunque sea en contra de nuestra voluntad?
(89) Si volviéramos a vuestras creencias, después de que Allah nos ha salvado de ellas, caeríamos en una mentira inventada contra Allah. Nunca volveremos a ellas a menos que Allah, nuestro Señor, lo quiera. Nuestro Señor abarca todas las cosas con Su conocimiento, en Allah nos confiamos.¡Señor nuestro! Juzga entre nosotros y nuestra gente con la verdad; Tú eres el mejor de los jueces.
(90) Y dijeron los ricos y principales de su gente, los que se habían negado a creer: Si seguís a Shuayb estaréis perdidos.
(91) Los agarró la gran sacudida y amanecieron en sus hogares caídos de bruces.
(92) Fue como si los que habían tachado de mentiroso a Shuayb nunca hubieran habitado en ella.Y ésos que habían negado a Shuayb fueron los perdedores.
(93) Se apartó de ellos y dijo: ¡Gente mía! Os he hecho llegar los mensajes de mi Señor y os he aconsejado.¿Por qué habría de sentir lo que le sucediera a una gente incrédula?
(94) No hemos enviado a una ciudad ningún profeta sin haber castigado a su gente con la miseria y el padecimiento para que pudieran humillarse.
(95) Y luego les dábamos bienestar en lugar del mal. Pero cuando se veían prósperos, decían: La fortuna y la adversidad eran cosas que ya afectaban a nuestros padres.Y entonces los agarrábamos de repente sin que hubieran podido darse cuenta.