(160) La gente de Lut negó a los enviados.
(161) Cuando su hermano Lut les dijo: ¿No vais a temer?
(162) Yo soy para vosotros un mensajero fiel;
(163) así pues, temed a Allah y obedecedme.
(164) No os pido ningún pago a cambio; mi recompensa sólo incumbe al Señor de los mundos.
(165) ¿Vais a todos los varones del mundo
(166) dejando las esposas que Allah creó para vosotros?Sois gente que excede los límites.
(167) Dijeron: Si no te detienes, Lut, te encontrarás entre los expulsados.
(168) Dijo: Yo soy de los que aborrecen lo que hacéis.
(169) ¡Señor! Líbrame a mí y a mi familia de lo que hacen.
(170) Y lo salvamos a él y a su familia, a todos,
(171) menos a una vieja que fue de los que se quedaron.
(172) Luego aniquilamos a los demás.
(173) E hicimos caer sobre ellos una lluvia. ¡Qué mala lluvia la de los que han sido advertidos!
(174) Realmente ahí hay un signo. La mayoría de ellos no eran creyentes.
(175) Es verdad que tu Señor es el Irresistible, el Compasivo.
(176) Los dueños de al-Ayka* negaron lo que decían los enviados.
(177) Cuando Shuayb les dijo: ¿No vais a temer?
(178) Yo soy para vosotros un mensajero fiel,
(179) así pues, temed a Allah y obedecedme.
(180) No os pido ningún pago a cambio; mi recompensa sólo incumbe al Señor de los mundos.
(181) Sed justos al medir sin perjudicar a la gente en ello.
(182) Y pesad con la balanza equilibrada
(183) sin menguar a la gente sus cosas. Y no cometáis maldades en la tierra como corruptores.