(58) Y la buena tierra da sus frutos con permiso de su Señor, pero la mala no da sino escasez. Así es como hacemos claros los signos para los que agradecen.
(59) Y así fue como enviamos a Nuh a su gente, y les dijo: ¡Gente mía! Adorad a Allah, fuera de Él no tenéis otro dios; temo para vosotros el castigo de un día terrible.
(60) Dijeron los ricos y principales de su gente: Te vemos en un claro extravío.
(61) Dijo: ¡Gente mía! No hay en mí extravío alguno, sino que soy un mensajero del Señor de los mundos.
(62) Os hago llegar los mensajes de mi Señor y os aconsejo; y sé, procedente de Allah, lo que no sabéis.
(63) ¿Os sorprende que os haya llegado un recuerdo de vuestro Señor a través de uno de vosotros para advertiros y para que fuerais temerosos y se pudiera tener misericordia con vosotros?
(64) Lo tacharon de mentiroso y lo salvamos en la nave a él y a los que con él estaban, ahogando a los que habían negado la verdad de Nuestros signos.Verdaderamente fueron una gente ciega.
(65) Y a los Ad, a su hermano Hud que les dijo: ¡Gente mía! ¡Adorad a Allah! Fuera de Él no tenéis otro dios.¿No os guardaréis?
(66) Dijeron los ricos y principales de su gente, que no creían: Te vemos en una insensatez y te tenemos por uno de los mentirosos.
(67) Dijo: ¡Gente mía! No hay en mí ninguna insensatez, sino que soy un mensajero del Señor de los mundos.