(160) Y los dividimos en doce tribus.Y cuando Musa pidió dar de beber a su gente, le inspiramos: ¡Golpea la piedra con tu vara! Y brotaron de ella doce fuentes.Cada uno supo de dónde debía beber.Y extendimos sobre ellos la sombra de la nube y les bajamos el maná y las codornices: ¡Comed de lo bueno que os proveemos!Pero no Nos perjudicaron, sino que se perjudicaron a sí mismos.
(161) Y cuando se les dijo: Habitad esta ciudad* y comed de (lo que haya en) ella donde queráis, y rogad: ¡Alivio (para nuestras faltas)! Y entrad por la puerta en postración, que así vuestras faltas se os perdonarán.Y a los que hagan el bien les daremos aún más.
(162) Pero los que de ellos eran injustos dijeron otras palabras de las que se les había ordenado decir y les mandamos un castigo del cielo a causa de la injusticia que habían cometido.
(163) Y pregúntales por la ciudad que se encontraba a orillas del mar, cuando transgredieron el sábado, siendo el sábado cuando los peces acudían y se dejaban ver, mientras que, por el contrario, los días en los que no debían guardar descanso no acudían.Así fue como los probamos por haberse pervertido.