(265) Los que gastan sus bienes buscando la satisfacción de Allah y siendo una confirmación procedente de sí mismos, se parecen a un jardín frondoso y elevado sobre el que cae un aguacero y da sus frutos multiplicándose por dos; y si no le cae el aguacero tiene el rocío.Allah ve lo que hacéis.
(266) ¿Acaso le gustaría a uno de vosotros tener un jardín de palmeras y vides por el que corrieran ríos y en el que hubiera toda clase de frutos y que siendo ya viejo y con una descendencia aún débil, viniera un torbellino de fuego y le quemara el jardín?Así os aclara Allah los signos; ojalá reflexionéis.
(267) ¡Vosotros que creéis! Dad de las cosas buenas que habéis obtenido y de lo que hemos hecho salir para vosotros de la tierra y no escojáis intencionadamente lo que, de ello, sea despreciable para darlo, cuando vosotros mismos no lo aceptaríais a no ser con los ojos cerrados.Y sabed que Allah es Rico, en Sí mismo alabado.
(268) El Shaytán os infunde temor con la miseria y os manda la avaricia, pero Allah os promete perdón de Su parte y favor.Y Allah es Espléndido, Conocedor.
(269) Da la Sabiduría a quien quiere, y a quien se le da la Sabiduría se le ha dado mucho bien. Pero no recapacitan sino los que saben reconocer lo esencial.